Los alrededores del estadio Santiago Bernabéu solían ser un hervidero de puestos que vendían todo tipo de merchandising del Real Madrid. Sin embargo, en los últimos años su número se ha reducido considerablemente por la presión de los vecinos. Rubén García, propietario de dos puestos, brindó su dramático testimonio sobre esta problemática a diferentes medios.
“Antes habían puestos por todos lados, era imposible pasar. Ahora apenas quedan unos pocos”, lamentó Rubén, quien posee uno de sus negocios en Concha Espina y otro que debió mudar a Paseo de la Castellana. El cambio de ubicación provocó una abrupta caída en las ventas. “En el Bernabéu puedo facturar 800 euros los días de partido. En Castellana, 200 como mucho”, señaló con preocupación.
El principal motivo de este éxodo parece radicar en las demandas de los vecinos. “Dicen que molestan los pitos de las bocinas. Las sacamos, pero igual quieren que desaparezcamos”, denunció Rubén. Pese a cumplir con todas las normativas, viven con incertidumbre por la falta de diálogo con el ayuntamiento. “No nos dejan trabajar en paz. Queremos modernizar los puestos pero no nos hacen caso”, agregó molesto.
El empresario dejó entrever el fuerte impacto que podría generar la desaparición total de los puestos. “Muchas familias comen de esto. Si nos van a La Castellana seguro que terminaremos fundiéndonos”, advirtió con temor. Por otra parte, descartó cualquier implicancia del Real Madrid en este problema. “El club es un perjudicado también, dependemos de lo que ellos venden”, subrayó.
La situación constituye un grave problema para decenas de comerciantes que trabajan hacía décadas en los alrededores de Chamartín. Mientras los vecinos buscan eliminar cualquier tipo de “ruido”, las autoridades ignoran los pedidos de los puestos para hallar una solución. Un conflicto que amenaza con eliminar una tradición centenaria en las inmediaciones del templo merengue.
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