El FC Barcelona se encuentra en plena planificación de su plantilla para la próxima temporada, y uno de los nombres que ha resurgido en las oficinas del club es el de Óscar Mingueza, actual lateral del Celta de Vigo. Tras un inicio de temporada destacado, donde ha demostrado su capacidad en el campo, el canterano culé se ha convertido en una opción atractiva para los directivos azulgranas.
Desde que Mingueza dejó el Barcelona, ha continuado su desarrollo como jugador, acumulando un notable rendimiento en LaLiga. Hasta ahora, ha logrado marcar dos goles y proporcionar cinco asistencias, lo que ha llamado la atención no solo de la afición, sino también de la selección española, que lo ha convocado para representar al país. Este crecimiento ha llevado al club catalán a reconsiderar su decisión de dejarlo ir, especialmente considerando su formación en las categorías inferiores del equipo.
Deco, director deportivo del Barcelona, ha señalado que la prioridad para el próximo mercado de fichajes incluye la incorporación de un extremo y dos laterales. En este contexto, la posibilidad de recuperar a Mingueza se presenta como una opción viable y económica. Con una cláusula de rescisión de 20 millones de euros, el Barcelona mantiene el 50% de los derechos federativos del jugador, lo que le permitiría repescarlo por tan solo 10 millones de euros. Esta cifra se considera una oportunidad de mercado, especialmente para fortalecer la defensa y dar descanso a Jules Koundé, quien ha sido el titular en esa posición.
A pesar de que Héctor Fort, otro canterano, también se perfila como alternativa en el lateral derecho, su adaptación al primer equipo ha sido gradual. Esto ha llevado al Barcelona a explorar todas las posibilidades, y el regreso de Mingueza podría ser un movimiento estratégico que no solo beneficiaría al equipo en el presente, sino que también reforzaría el vínculo con sus raíces y su filosofía de formación de jugadores.
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El club sigue de cerca el rendimiento de Mingueza, reconociendo el progreso que ha mostrado desde su salida. La opción de ficharlo no solo representa una solución inmediata para la defensa, sino que también simboliza un regreso a casa para un jugador que ha sido parte del ADN del Barcelona.
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