La situación del Real Madrid respecto a los horarios de sus partidos ha generado un creciente descontento entre los aficionados y la directiva del club. En las últimas semanas, la frustración ha alcanzado su punto máximo tras la reciente suspensión del encuentro contra el Villarreal, lo que ha llevado a los madridistas a cuestionar la gestión de Javier Tebas, presidente de La Liga.
El club ha expresado su malestar por la falta de descanso adecuado entre sus compromisos, una problemática que se ha repetido en varias ocasiones esta temporada.
En particular, el Real Madrid ha tenido menos de 72 horas de descanso en cuatro ocasiones, lo que ha puesto en entredicho la planificación y el bienestar de los jugadores. Este hecho es preocupante, especialmente considerando la carga de partidos que el equipo enfrenta, que podría alcanzar un récord de 72 encuentros en diversas competiciones.
La última controversia surgió cuando el Madrid solicitó en dos ocasiones el cambio de fecha para su partido contra el Villarreal, argumentando que la falta de tiempo de descanso era perjudicial.
Sin embargo, la Liga desestimó estas peticiones, alegando que era "imposible" realizar el cambio. Como resultado, el equipo se presentó al encuentro con solo 65 horas de descanso tras su partido de Champions League, una situación que muchos consideran inaceptable.
El malestar no es nuevo. Desde enero, el Real Madrid ha enfrentado situaciones similares, comenzando con un partido contra el Valencia en el que tuvieron que jugar apenas 70 horas después de un compromiso en la Copa.
En otra ocasión, tras un partido de Copa que se fue a prórroga, los jugadores tuvieron solo 67 horas para recuperarse antes de un encuentro liguero. Estas decisiones han llevado a la sensación de que la Liga prioriza sus intereses comerciales sobre la salud y el rendimiento de los futbolistas.
Además, la habitual programación de partidos a altas horas de la noche ha sido un tema recurrente de quejas. Los jugadores a menudo regresan a casa a altas horas, lo que afecta su recuperación y rendimiento en los siguientes encuentros.
La situación se complica aún más cuando los equipos que participan en competiciones europeas deben jugar en horarios que no favorecen su descanso.
El Real Madrid ha manifestado su intención de no presentarse a futuros encuentros si la situación persiste, lo que podría desencadenar una crisis mayor en la relación entre el club y la Liga.
La presión sobre Javier Tebas aumenta, y la necesidad de encontrar un equilibrio entre los intereses comerciales de la competición y el bienestar de los jugadores es más urgente que nunca.
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