El tropiezo del Real Madrid en su visita al Estadio Pierre Mauroy de Lille dejó malas sensaciones. El vigente campeón de Europa se vio superado por un conjunto galo que concretó su única opción clara de gol con un penalti sobre el cierre de la primera mitad. Tras el encuentro, Carlo Ancelotti asumió la responsabilidad del traspié y pidió una reflexión colectiva.
El estratega italiano reconoció que la derrota "es merecida" ya que el conjunto local "jugó mejor". Lejos de buscar pretextos, el timonel merengue aceptó que su escuadra estuvo "mal con el balón" y le faltó "creación" como visitante. "No se deben buscar excusas. Tenemos que mejorar", sentenció.
Asimismo, Ancelotti destacó que la crítica posterior al traspié es "justa y correcta", por lo que deben "aceptarla". El técnico espera que el golpe sirva de "toque de atención" para corregir las deficiencias mostradas. "La última derrota frente al Atlético fue uno (toque) fantástico y ojalá ésta también sea así", deseó.
La derrota puso fin a la racha de 10 victorias consecutivas que acumulaba el Real Madrid. A pesar de ello, Ancelotti no dio por finalizada la "luna de miel" que vivía el equipo y confía en enderezar el rumbo prontamente. Ahora toca realizar una profunda autocrítica de cara a encarrilar la revalidación del título continental.
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Con la reanudación de la Liga Santander el próximo fin de semana, el entorno merengue aguarda las medidas correctivas del DT para retomar el nivel exhibido y dejar atrás el traspié europeo. La competitividad en el viejo continente no da tregua y el susto servirá para no confiarse en lo que resta de temporada.
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