El tablero se mueve y el futuro de Vinicius Jr. vuelve a temblar. El atacante brasileño, pieza clave del Real Madrid, mantiene una negociación enrevesada por su renovación, con un contrato que hoy por hoy termina en 2027. El extremo pide un salto salarial a la altura de su impacto, pero en los despachos blancos no quieren romper el equilibrio económico del vestuario, con pesos pesados como Kylian Mbappé y Jude Bellingham también en el radar de futuras revisiones del sueldo. ⚪️💥
Durante meses, el 7 blanco ha jugado con una carta poderosa: el interés de Arabia, un mercado que en 2024 llegó a poner sobre la mesa cifras mareantes con tal de llevárselo. Aquella vía, que servía de presión negociadora, parecía la palanca ideal para estirar la cuerda con Florentino Pérez y su equipo de gestión. Pero algo ha cambiado y lo ha hecho a lo grande. 😮
Arabia frena en seco su ofensiva por estrellas
Según la información revelada por la Cadena SER y confirmada por voces autorizadas de la industria, los clubes de la Saudi Pro League han reducido drásticamente su gasto en fichajes. La prioridad ha virado: menos bombas mediáticas y más continuidad de los proyectos que ya tienen en marcha. Es decir, las puertas doradas que se abrían para grandes estrellas, de repente, no se abren tanto.
El dato que da la vuelta al mercado es contundente: Arabia no presentará oferta por Vinicius en esta ventana. El futbolista, que llegó a tener propuestas descomunales, pierde así la baza que le permitía tensar el pulso con el Real Madrid y buscar un contrato de otra galaxia. Para el club blanco, un respiro. Para el jugador, una nueva ecuación.
El nuevo escenario empuja a la mesa de negociación ⚖️
Con el interés saudí fuera de juego, el atacante se queda con menos alternativas reales a corto plazo. Su prioridad deportiva siempre ha sido competir por títulos grandes en Europa y, sin Arabia en la puja, el margen para apretar al club se estrecha. La sensación interna es que el acuerdo dependerá ahora de ajustar cifras sin desbordar la escala salarial del vestuario, un punto clave para la directiva.
Desde el entorno del futbolista insisten en que no hay fumata blanca y que las cantidades actuales no convencen. El brasileño entiende que su influencia en partidos grandes, su tirón comercial y su liderazgo en el césped merecen un salario top. Pero en Valdebebas no quieren alimentar una escalada que afecte al equilibrio del grupo.
Por qué al Real Madrid le favorece esta decisión saudí ✅
El parón inversor de Arabia, más allá de lo mediático, fortalece la posición del club en la negociación. Sin subastas de por medio, el Madrid puede centrarse en su plan: blindar al jugador con condiciones potentes, sí, pero sostenibles. La presencia de figuras como Mbappé y Bellingham obliga a un encaje fino para evitar que cualquier mejora se convierta en un efecto dominó dentro del vestuario.
Además, el calendario que viene —Supercopas, LaLiga, Champions— y el peso del brasileño en el sistema de Carlo Ancelotti invitan a resolver el asunto cuanto antes, con una fórmula que premie rendimiento y longevidad sin dinamitar el presupuesto.
El mensaje desde la industria del fútbol árabe 📉
La nueva hoja de ruta de Arabia no es capricho. Tal y como explicó Omar Rubén, CEO de AKHS Sports, en El Larguero, el enfoque ha cambiado para “dar continuidad a los proyectos existentes”. En paralelo, muchos futbolistas priorizan mantenerse en un entorno competitivo pensando en el Mundial de 2026, lo que también enfría grandes movimientos hacia ligas menos exigentes semana a semana.
Esta corriente deja claro que la etapa de talonario ilimitado no será la norma del mercado 2025. Y en el caso del 7 del Madrid, le obliga a reencuadrar sus tiempos y pretensiones.
Qué puede pasar ahora con Vinicius 🔎
El escenario más probable apunta a una negociación larga, con variables por objetivos y bonus que acerquen posturas. El Madrid quiere continuidad y el jugador quiere reconocimiento. Sin el comodín saudí, la conversación se hace más directa: proyecto, rol y un contrato ambicioso, sí, pero con métricas de rendimiento que lo sostengan.
Para la afición blanca, hay una lectura positiva: el equipo no está expuesto a una ofensiva externa por su estrella. Para el delantero, queda la misión de seguir marcando diferencias en el campo, mientras su representación y el club terminan de poner números sobre la mesa. Porque si algo no está en duda es su impacto: cuando el brasileño enciende el turbo, el Bernabéu ruge. Y eso, en Chamartín, siempre pesa. ⚽️🔥
Una pulseada sin ruido... por ahora
La partida entra en fase silenciosa, con menos focos y más calculadora. Pero la realidad competitiva manda: el Real Madrid necesita a Vinicius, y Vinicius necesita el ecosistema donde más ha brillado. Sin Arabia tapando el sol, el desenlace se escribirá entre despachos de Valdebebas y actuaciones de alto voltaje. Y ahí, el 7 suele responder.
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