Luka Modrić tendrá un rol protagónico en el nuevo esquema táctico que prepara Carlo Ancelotti para el Real Madrid. Tras el retiro de Toni Kroos, el italiano pretende otorgarle al croata las riendas del mediocampo, convirtiéndolo en pieza angular en su proyecto de acuerdo a lo que indican diversas fuentes.
La temporada pasada, el volante balcánico de 38 años fue perdiendo terreno en el once merengue con el correr de los partidos. Sin embargo, Ancelotti confía plenamente en su jerarquía y experiencia para adaptarse sin problemas a la posición de pivote de llegada, similar a la que supo administrar Kroos tanto tiempo.
Al parecer, el DT planea introducir el 4-3-3 como sistema predilecto, necesitando algún jugador clave que apoye la transición hacia la ofensiva. Modric posee condiciones ideales de visión, pases filtrantes y desplazamientos que lo perfilan como la mejor opción en este caso.
Otro factor a tener en cuenta es la polifuncionalidad de sus compañeros. La leve lesión de David Alaba podría desplazar a Aurélien Tchouaméni al eje de la zaga, dejando espacio para que Fede Valverde, Eduardo Camavinga u hombres como Jude Bellingham se alternen por las bandas.
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Teniendo en cuenta lo anterior, Modric afronta un nuevo desafío en su carrera madridista: partir como titular indiscutible, comandar la salida limpia del equipo y sacrificarse tácticamente cuando el partido lo requiera. Con su calidad intacta, buscará ser determinante para que el Real Madrid alcance sus objetivos.
Pronto tendrá la primera prueba de fuego ante la Atalanta, en la final de la Supercopa de Europa. Ancelotti confía en que el croata esté a la altura para este compromiso y continúe siendo referente del vestuario merengue bajo su mando. Solo queda aguardar para comprobar si Modric puede revolucionar el mediocampo blanco incluso superando un rol de suplente, tal como el DT italiano propicia con su apuesta.
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