Tras semanas de rumores, por fin se hizo oficial: Kylian Mbappé será jugador merengue. El francés firma hasta 2029 para liderar el proyecto deportivo más ambicioso. Ahora, todos se preguntan cómo encajará en el esquema táctico del Real Madrid que dirige Carlo Ancelotti.
El técnico italiano tendrá la difícil tarea de optimizar el potencial de su nueva estrella junto al resto de talentos del equipo. Se presupone que el 4-3-3 seguirá siendo la base, aunque Ancelotti está abierto a variantes como el 4-4-2 o 4-2-3-1 para aprovechar de mejor manera las virtudes individuales.
Lo más probable es que Mbappé inicie los encuentros partiendo desde la punta de ataque. Sin embargo, su polivalencia le permite intercambiar posiciones con latitud con Vinícius. Ambos intentarán desesperar a las defensas rivales con su velocidad y regates.
Atrás quedó la era de los Kroos y Modric. Ahora, el mediocampo empieza a renovarse con jóvenes como Tchouaméni o Bellingham que ofrecen músculo y proyección. Ellos deberán nutrir de balones a la línea de atacantes.
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Con la plantilla más competitiva del planeta, el Madrid aspira a todo. La entente entre Mbappé y el resto marcará el rumbo de la temporada. De conseguir encajar a la perfección, el equipo blanco podría reinar de nuevo en España y volver a las cimas de Europa.
Se vislumbra un curso lleno de expectativas en Chamartín. Bajo la tutela de Ancelotti, Mbappé es consciente de la enorme responsabilidad que recae sobre sus espaldas. El reto personal y colectivo comienza ya.
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