Tras catorce temporadas vistiendo la camiseta azulgrana y convertirse en un emblema e hincha del club, Sergi Roberto podría haber jugado su último partido con el Barcelona. El veterano centrocampista, cuyo contrato caducó el pasado 30 de junio, ha perdido la paciencia con la directiva culé que le pidió aguardar varias semanas para una posible renovación.
Según diversos medios catalanes, el club deseaba ampliar el vínculo de Roberto por un año más, pero dependía de flexibilizar su masa salarial ante el límite impuesto por LaLiga. Es por ello que se acordó con el jugador y su representante que firmaría la renovación en agosto, una vez se cumplieran los requisitos económicos. Sin embargo, esta espera incierta ha acabado con la conformidad del capitán.
Deco, director técnico azulgrana, fue quien mantuvo conversaciones con el nacido en Reus asegurándole un puesto en la plantilla independientemente de quién estuviera al mando. No obstante, tras la destitución de Xavi, los planes podrían haber variado y Roberto se siente un "daño colateral" de la determinación, tal y como relatan fuentes cercanas.
Ante esta problemática situación, el internacional español habría comunicado al Barcelona que no puede aguardar más semanas sin saber cuál será su destino, por lo que ha optado por escuchar ofertas de otros clubes. Equipos como Sevilla, Valencia o Girona suenan para reforzar su medular, pero su deseo es probar suerte en la exigente Premier League inglesa.
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Así, a sus 32 años Sergi Roberto podría emprender una nueva aventura en su dilatada carrera deportiva lejos del único club que ha conocido. El final de una etapa para un servidor del Barça que se ha cansado de esperar la valoración que merece su trabajo durante catorce campañas de entrega total. Buena suerte donde quiere que vayas, guerrero.
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