El FC Barcelona de Hansi Flick atraviesa su momento más delicado desde que el técnico alemán tomara las riendas del equipo. La mala racha que ha empezado a afectar al conjunto culé en LaLiga ha hecho saltar las alarmas en el Camp Nou, poniendo en entredicho los métodos y la ejecución del plan de juego diseñado por Flick.
El empate del Real Betis en el último suspiro de ayer ha dejado a los azulgranas con apenas una victoria en sus últimos cinco partidos de Liga. Un bache que se ha alargado desde noviembre y que ha hecho que el equipo pierda frescura, gol y fiabilidad defensiva, síntomas preocupantes que han llevado a la prensa catalana a cuestionarse si la idea de juego actual es la acertada.
Y es que, sin entrar en la situación particular de algunos jugadores, lo cierto es que el Barça ha perdido claramente fuelle, tanto mental como físicamente. Siendo imposible sostener durante muchos minutos esa presión alta, la concentración que el plan defensivo requiere y además ideas nuevas para buscar hacer daño en ataque.
Ahora, el Dortmund y los siguientes partidos en casa ante Leganés y Atlético de Madrid serán los “test” que deberán dilucidar si el equipo culé puede volver o necesita ajustes antes del parón navideño. La situación no es, precisamente, cómoda para Flick, que ha visto cómo su equipo ha ido perdiendo terreno en LaLiga tras un arranque de temporada prometedor.
La ausencia del técnico alemán en los próximos partidos por sanción añade más presión si cabe a una situación ya de por sí delicada. Flick tendrá que encontrar soluciones rápidas para revertir la inercia negativa que arrastra el equipo y recuperar la solidez y efectividad que lo convirtieron en líder indiscutible de LaLiga a comienzos de temporada.
Los próximos compromisos serán clave para determinar si la idea de juego de Flick sigue teniendo el respaldo del vestuario y la afición, o si por el contrario es necesario introducir cambios en la planificación y el esquema táctico del Barcelona. La exigencia es máxima en el Camp Nou, y Hansi Flick sabe que no puede permitirse más tropiezos si quiere mantener intacto su crédito al frente del equipo. Las alarmas ya han saltado, y ahora llegó el momento de demostrar.
Comentarios: