El FC Barcelona está en la búsqueda de un refuerzo de lujo para su plantilla y ha puesto sus ojos en el destacado extremo egipcio Mohamed Salah. Con el contrato del jugador con el Liverpool finalizando en junio, el club catalán ve una oportunidad dorada para hacerse con sus servicios sin tener que pagar una exorbitante tarifa de traspaso.
Salah, a sus 32 años, continúa brillando en la Premier League, manteniendo un nivel de rendimiento que lo posiciona entre los mejores del mundo. Su habilidad para marcar goles y asistir a sus compañeros lo convierte en un activo valioso para cualquier equipo. La posibilidad de ficharlo como agente libre representa una estrategia inteligente para el Barcelona, que ha enfrentado dificultades financieras en los últimos años.
La primera vez que Salah fue vinculado al Barcelona fue en 2022, cuando el presidente Joan Laporta intentó atraerlo como parte de un plan de reestructuración del equipo. Sin embargo, las negociaciones se enfriaron debido a las altas exigencias económicas del Liverpool y los salarios que el jugador demandaba. Ahora, con su contrato a punto de expirar, el Barça vuelve a considerar su incorporación, lo que podría significar un gran impulso para su ataque.
No obstante, la llegada de Salah no estaría exenta de desafíos. Actualmente, el Barcelona cuenta con Lamine Yamal, quien ha demostrado ser un jugador clave en la banda derecha, la misma posición que ocupa el egipcio. La llegada de Salah podría generar un dilema para el entrenador Hansi Flick, quien tendría que decidir cómo integrar a ambos jugadores en su esquema táctico.
Además del Barcelona, otros clubes también están interesados en Salah. Equipos de la MLS, como el San Diego FC, y varios clubes de la Saudi Pro League, han mostrado interés en el extremo, lo que podría complicar la situación para el conjunto catalán. En particular, el Al-Ittihad, que ya había hecho una oferta de 100 millones de euros por el jugador en mercados anteriores, sigue siendo un competidor a tener en cuenta.
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