Luego del inmejorable inicio en LaLiga y la ventana de pases cerrada, el Barcelona enfoca su mirada en cómo reforzar el plantel de cara al futuro. Si bien el funcionamiento colectivo sorprende, es clara la necesidad de apuntalar sectores puntuales con soluciones versátiles. Y allí asoma una prioridad que ilusiona al cuerpo técnico.
El lateral derecho es una demarcación a la que podría aprovecharse con un efectivo de características mixtas. Es por ello que Hansi Flick vislumbra con agrado la posibilidad de Joshua Kimmich, hombre clave tanto en el esquema del Bayern Múnich como en selección alemana. A sus 29 años, su polifuncionalidad lo vuelve indispensable.
Con contrato en Múnich hasta 2025, el Barça aguarda el visto bueno bávaro para negociar. Laporta confía en su entrenador para influir sobre su compatriota y convencerlo de colaborar en la renovación azulgrana. Un refuerzo de élite que potenciaría el andamiaje táctico culé al aportar soluciones en más de una zona.
Más allá de los nombres propios, lo concreto es que el Camp Nou espera una incorporación con los alcances de un Kimmich. Una pieza perfecta que acompañe el crecimiento colectivo sin descuidar el rendimiento individual. Un refuerzo estratégico capaz de marcar diferencias y elevar los equilibrios de este Barcelona que ilusiona.
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