Ansu Fati vive sus horas más bajas desde que regresó de su larga lesión. El delantero guineano, que comenzaba a consolidarse como una pieza clave en el ataque blaugrana antes de su infortunio, ha visto mermado su protagonismo de forma alarmante bajo el mando de Hansi Flick.
El exjugador del Sevilla, que esperaba que esta temporada fuese su confirmación en la élite, solo ha disputado unos pocos minutos desde que reapareció y, para más inri, se ha quedado fuera de la convocatoria en los tres últimos encuentros de manera consecutiva.
Esta situación, lejos de lo planeado, ha despertado la inquietud del ariete. Acciones por cuya desesperación se planteó una salida este verano que no se concretó. No obstante, sus esfuerzos en los entrenamientos no parecen convencer al técnico alemán, que prefiere apostar por otros compañeros que le están rindiendo a mayor nivel.
La competencia con hombres como Raphinha o Yamal, en racha goleadora, complica las opciones de Fati, que desea recuperar la titularidad a cualquier costo. No obstante, sin oportunidades, su futuro podría verse comprometido si la dinámica no cambia. Un escenario que angustia al atacante y su entorno, conscientes de que su progresión deportiva peligra.
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